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La masturbación es un tema que ha sido tabú en muchas culturas durante mucho tiempo. A menudo, se asocia con la vergüenza o la culpa, y a menudo se percibe como algo sucio o inmoral. Sin embargo, la masturbación es una práctica sexual común que puede tener una variedad de beneficios para la salud física y mental tanto en hombres como mujeres. En este artículo, exploraremos los beneficios de la masturbación para ambos sexos.

Beneficios de la masturbación en hombres:

1. Reduce el estrés: Masturbarse puede reducir los niveles de estrés. Durante la masturbación, se liberan endorfinas que ayudan a relajarse y reducir la ansiedad. Además, la masturbación también puede mejorar el sueño, lo que a su vez reduce la ansiedad y el estrés.
2. Mejora la salud sexual: La masturbación puede ayudar a los hombres a descubrir qué les gusta y qué no les gusta en términos de estimulación sexual. Al conocer su cuerpo y su respuesta sexual, pueden mejorar su vida sexual en pareja. Además, la masturbación también puede ayudar a mejorar la función eréctil y reducir el riesgo de disfunción eréctil.
3. Reducción del riesgo de cáncer de próstata: Un estudio realizado en 2003 por la revista British Journal of Urology International encontró que los hombres que se masturbaban con regularidad tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer de próstata en comparación con los que no lo hacían. Se cree que esto se debe a que la masturbación ayuda a eliminar las células viejas de la próstata y reduce la acumulación de sustancias tóxicas en la glándula.
4. Fortalecimiento del sistema inmunológico: La masturbación también puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Durante la masturbación, se produce un aumento en la cantidad de glóbulos blancos en el cuerpo, que son responsables de combatir las infecciones.
5. Ayuda a controlar la eyaculación precoz: La masturbación puede ayudar a los hombres a controlar la eyaculación precoz al permitirles conocer mejor su cuerpo y su respuesta sexual. Al practicar la masturbación, los hombres pueden aprender a retrasar la eyaculación y prolongar el placer sexual.
6. Reduce el riesgo de infecciones del tracto urinario: La masturbación también puede reducir el riesgo de infecciones del tracto urinario en los hombres. Al igual que en las mujeres, la masturbación ayuda a limpiar la uretra de bacterias dañinas y reduce la acumulación de líquidos estancados en la próstata.

Beneficios de la masturbación en mujeres:

1. Reducción del estrés: La masturbación puede reducir el estrés en las mujeres de la misma manera que lo hace en los hombres. Al igual que en los hombres, la masturbación libera endorfinas que ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
2. Ayuda a conocer el cuerpo: La masturbación puede ayudar a las mujeres a conocer su cuerpo y descubrir lo que les gusta y lo que no les gusta en términos de estimulación sexual. Esto puede ayudar a mejorar la vida sexual en pareja.
3. Mejora la salud sexual: Al igual que en los hombres, la masturbación puede ayudar a mejorar la salud sexual de las mujeres. La masturbación puede ayudar a aumentar la libido y mejorar la lubricación vaginal. También puede reducir el dolor durante las relaciones sexuales.
4. Fortalecimiento del sistema inmunológico: Al igual que en los hombres, la masturbación también puede fortalecer el sistema inmunológico de las mujeres. Durante la masturbación, se produce un aumento en la cantidad de glóbulos blancos en el cuerpo, lo que ayuda a combatir las infecciones.
5. Aumenta la autoestima: La masturbación puede ayudar a las mujeres a sentirse más seguras y cómodas con su cuerpo. Al aprender más sobre su cuerpo y su respuesta sexual, las mujeres pueden sentirse más seguras en sus relaciones sexuales y mejorar su autoestima. 
6. Reduce el dolor menstrual: La masturbación también puede ayudar a reducir el dolor menstrual en las mujeres. Al igual que con los calambres menstruales, el orgasmo puede liberar endorfinas que actúan como analgésicos naturales y reducen el dolor.
7. Ayuda a combatir la depresión: Algunos estudios sugieren que la masturbación puede ayudar a combatir la depresión en las mujeres. Al igual que en los hombres, la masturbación libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo y reducen la ansiedad.
8. Fortalecimiento de los músculos pélvicos: La masturbación también puede ayudar a fortalecer los músculos pélvicos en las mujeres. La contracción de los músculos pélvicos durante el orgasmo puede ayudar a tonificar los músculos y prevenir la incontinencia urinaria. Es importante tener en cuenta que la masturbación no es una práctica que deba ser forzada o impuesta a nadie. Cada persona es libre de decidir si quiere o no practicar la masturbación, y si se siente cómoda con ella. Además, la masturbación no debe sustituir las relaciones sexuales en pareja, ya que el sexo en pareja tiene beneficios únicos y puede mejorar la conexión emocional y física entre las personas.

En resumen, la masturbación es una práctica sexual común que puede tener muchos beneficios para la salud física y mental tanto en hombres como mujeres. La masturbación puede reducir el estrés, mejorar la salud sexual, fortalecer el sistema inmunológico, reducir el dolor menstrual, combatir la depresión, y más. Sin embargo, es importante recordar que la masturbación no es una práctica obligatoria y que no debe sustituir las relaciones sexuales en pareja. Como en todo, es importante encontrar un equilibrio y hacer lo que se sienta cómodo y natural.

La Semana Santa es una de las festividades más importantes del año en muchos países alrededor del mundo. Durante esta época, hay muchas tradiciones y creencias populares que rodean a esta celebración religiosa. Uno de los mitos más conocidos es el que afirma que la gente se queda pegada durante las relaciones amorosas en Semana Santa.

Este mito ha sido popular durante décadas, especialmente en algunos países latinoamericanos. Según esta creencia, si una pareja tiene relaciones sexuales durante la Semana Santa, corren el riesgo de quedar “pegados” y no poder separarse. Esta creencia ha llevado a muchas personas a evitar tener relaciones amorosas durante esta época del año, por miedo a quedar “atrapados”.

Sin embargo, esta creencia no tiene ninguna base científica ni lógica. Es simplemente un mito popular que ha sido transmitido de generación en generación, sin ninguna evidencia real que lo respalde.

La verdad es que las relaciones sexuales no causan ningún tipo de “pegajosidad” o unión física entre las personas involucradas. Las partes íntimas del cuerpo humano no contienen ningún tipo de sustancia pegajosa que pueda provocar una unión entre ellas. Es simplemente imposible que una pareja se quede “pegada” durante las relaciones amorosas.

Además, es importante recordar que la Semana Santa es una celebración religiosa que tiene un significado muy importante para muchas personas. Sin embargo, no hay ninguna restricción religiosa que prohíba tener relaciones sexuales durante esta época del año. Cada persona tiene la libertad de tomar sus propias decisiones y vivir su vida como mejor le parezca, siempre y cuando no perjudique a otros.

En resumen, el mito de que la gente se queda pegada durante las relaciones amorosas en Semana Santa es simplemente eso, un mito sin fundamento científico ni lógico. Es importante no dejarse llevar por creencias populares que no tienen ninguna evidencia real, y tomar nuestras propias decisiones de manera informada y consciente. La Semana Santa es una época de reflexión y respeto, pero también es una oportunidad para celebrar el amor y la vida.

La educación sexual es un tema que, a pesar de su importancia, sigue estando envuelto en una serie de mitos y malentendidos. Estos mitos pueden obstaculizar la formación de una perspectiva saludable y realista sobre la sexualidad y las relaciones, lo que puede tener efectos negativos en la salud y el bienestar de las personas. Este artículo busca desmitificar algunos de los mitos más comunes sobre la educación sexual.

Mito 1: La educación sexual incentiva la promiscuidad

Contrariamente a este mito popular, numerosos estudios han demostrado que una educación sexual completa y adecuada no promueve la promiscuidad. De hecho, tiende a tener el efecto contrario. Los jóvenes que reciben educación sexual integral tienen más probabilidades de tomar decisiones informadas y seguras sobre su comportamiento sexual.

Mito 2: Los niños y adolescentes no necesitan educación sexual

Muchos creen que la educación sexual debe reservarse para la adultez. Sin embargo, la información sexual precisa y accesible es crucial durante la adolescencia, un período de rápido desarrollo y cambio. La educación sexual temprana y adecuada puede proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para navegar de manera segura estas experiencias.

Mito 3: La educación sexual es responsabilidad exclusiva de los padres

Si bien los padres juegan un papel fundamental en la educación sexual de sus hijos, la responsabilidad no debería recaer únicamente en ellos. Las escuelas, las comunidades y los medios de comunicación también tienen un papel crucial en la entrega de información sexual precisa y actualizada.

La educación sexual es un elemento clave en la formación de individuos informados y responsables. Desmitificar estos mitos comunes es un paso esencial para asegurar que todos tengan acceso a la educación sexual integral y basada en la evidencia que merecen.

Otro 8 de marzo, uno de los días conmemorativos con mayor impacto social y movimiento de masas a nivel mundial. 

Más allá de reconocer a las mujeres como los seres divinos e imparables que somos, es un día para reflexionar sobre las pequeñas luchas que nos han hecho ganar las grandes batallas.

La apropiación de nuestra sexualidad e identidad de género ha sido la gran guerra del último siglo y, a 2023, estamos cada vez más cerca de la victoria. 

Ha sido un largo camino para conseguir un orgasmo libre y sin remordimientos, acompáñanos por este recorrido entre mujeres desvergonzadas, brujas y locas que cambiaron la historia.

Las brujas y su secreto para volar en un palo

Las brujas y su relación con los alucinógenos

En la Edad Media, muchas mujeres fueron acusadas de brujería y sometidas a juicios que las condenaron por prácticas “mágicas” y por hacer un ungüento que les permitía “volar” en sus escobas. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que estas mujeres experimentaban con plantas medicinales y descubrieron usos peculiares para ellas.

En particular, al experimentar con plantas como la mandrágora, el beleño y el hongo que se forma en el centeno, las brujas descubrieron que algunas plantas venenosas y hongos podían generar un efecto alucinógeno al consumirla en pequeñas cantidades. La sensación placentera y las visiones que producía el estar bajo este efecto hizo que estas mujeres experimentaran con esta planta de forma frecuente.

Sin embargo, ingerir estos alucinógenos tenía efectos secundarios desagradables, incluyendo irritación de la piel, nauseas y vómitos. Para evitar estos efectos secundarios, las brujas descubrieron que la mejor forma de obtener el mayor efecto posible era aplicar el ungüento a la piel en forma de ungüento.

El problema era encontrar el lugar adecuado para aplicar el ungüento. Las brujas descubrieron que los mejores lugares para aplicarlo eran en las zonas mucosas de los genitales. El efecto se elevaba al máximo sin producir vómito ni efectos secundarios, y el placer venía acompañado de alucinaciones. Así, comenzaron a aplicar el ungüento usando el palo de la escoba para frotarlo en sus áreas íntimas.

Las primeras evidencias de esta práctica se encuentran en la investigación del caso de Lady Alice Kyteler, acusada de brujería en 1324. En los archivos de Jordanes de Bergamo, otro investigador de la brujería del siglo XV, asegura que las brujas han confesado que durante algunos días y noches untan un palo con ese ungüento especial y “mágico” que hacen y lo pasan por sus partes íntimas, debajo de los brazos y en otros lugares del cuerpo para obtener el efecto deseado.

Durante sus juicios, muchas mujeres confesaron que el efecto del ungüento se traducía en un adormecimiento del cuerpo acompañado de alucinaciones intensas. Aunque estaban casi completamente dormidas, en su mente se veían “volando sobre montañas y praderas, sobre la naturaleza”. Y ellas creían que lo que habían visto era la realidad, un efecto astral de su espíritu generado por el “ungüento volador”.

El mito de las brujas que vuelan sobre escobas se debe a que estas mujeres experimentaban con plantas medicinales pero descubrieron que aplicar un ungüento hecho a base de hongos y veneno por sus vaginas las hacía alucinar y vivir una experiencia psicosensorial tan intensa que creían que era realidad.

Histeria a cambio del primer vibrador

La invención del vibrador y la “enfermedad” de la histeria femenina han sido durante mucho tiempo objeto de curiosidad y misterio en la historia de la medicina. La histeria femenina, un término médico utilizado para describir una serie de síntomas que supuestamente afectaba solo a las mujeres, incluía desfallecimientos, retención de líquidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, insomnio, pérdida del apetito, nerviosismo, irritabilidad y agresividad. Pero la realidad era que estos síntomas no eran más que una respuesta natural al entorno opresivo y reprimido en el que vivían las mujeres.

El origen del término histeria proviene de la palabra griega para útero, y en la antigüedad, se pensaba que estos síntomas estaban relacionados con el desplazamiento del útero enfermo por el interior del cuerpo de las mujeres. Siglos más tarde, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, afirmó que el origen de la histeria se debía a alguna experiencia reprimida por el inconsciente.

Durante la época victoriana, se desarrollaron dos vertientes de tratamiento de la enfermedad. Por un lado, desde los comienzos del psicoanálisis se comenzó a utilizar el método catártico, empleando la hipnosis y la curación por la palabra. Por otro lado, la vertiente médica centraba la cura en intervenciones sobre el útero: fortaleciéndolo o extirpándolo.

Además de los métodos anteriormente citados, también existía otro método de curar la histeria: la masturbación asistida. Consistía en la estimulación manual de los genitales femeninos por parte del médico hasta alcanzar el paroxismo. Sin embargo, este método provocaba grandes dolores y molestias musculares a los médicos. Es en ese momento cuando Joseph Mortimer Granville hizo uso de la tecnología emergente de la época para crear un aparato que facilitase el método del paroxismo, dando origen al vibrador con fines médicos.

A día de hoy, la histeria femenina ha sido desacreditada como una enfermedad por la Asociación Americana de Psiquiatría. Podemos entender que la única enfermedad de aquellas mujeres era el padecimiento de la represión sexual de la época. La historia del vibrador es un recordatorio de cómo la opresión y la represión sexual han afectado a la vida de las mujeres a lo largo de la historia. En la actualidad, es importante reconocer y valorar la sexualidad femenina y trabajar para construir un mundo donde las mujeres puedan experimentar su sexualidad libremente sin temor al juicio o la discriminación.

Libertad con la llegada de los anticonceptivos

A lo largo de los siglos, la sexualidad ha sido una parte fundamental de la experiencia humana. Sin embargo, en la mayoría de las culturas, las mujeres han sido silenciadas y consideradas meros objetos sexuales en lugar de sujetos activos y deseantes. A pesar de esto, un grupo de mujeres pioneras ha luchado por la liberación sexual y la igualdad de género, utilizando la sexualidad como una herramienta para la emancipación.

Hildegarda de Bingen (1098-1179), monja y escritora alemana, fue una de las primeras mujeres en describir el orgasmo femenino en su libro Causa est curae. En él afirmó que las mujeres también sentían placer, desafiando así la idea predominante de que la sexualidad femenina se limitaba a la función reproductiva.

En el siglo XVIII, Luisa Rosado (1770), una matrona española, enfrentó al tribunal Protomedicato al publicitar sus servicios de atención al parto mediante carteles. Esta valiente acción fue un paso adelante para las mujeres en un momento en que los hombres comenzaron a ocupar este campo profesional.

Margaret Sanger (1879-1966), enfermera y activista estadounidense, fundó la Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad y luchó por la legalización del aborto y la igualdad de la mujer. Su legado, sin embargo, está empañado por su conexión con el movimiento eugenésico.

Marie Stopes (1880-1958), la primera mujer doctorada en la Universidad de Manchester, publicó uno de los primeros manuales modernos que explicaban el uso de métodos anticonceptivos. En su libro Married Love, habló sobre la sexualidad femenina, la exploración física y mental y la igualdad entre hombres y mujeres. Fue censurada por esto, pero su lucha por los derechos de las mujeres nunca cesó.

Marie Bonaparte (1882-1962), princesa francesa, realizó estudios sobre la estimulación del clítoris y el orgasmo femenino y publicó su libro Sexualidad femenina en 1950. Fue una mujer revolucionaria en una época en la que la investigación sexual seguía siendo dominada por los hombres.

Hildegart Rodríguez Carballeira (1914-1933) fue defensora del aborto y de la educación libre. A los 11 años ya impartía conferencias sobre sexualidad y feminismo y fue elegida como secretaria de la Liga Española para la Reforma Sexual. Su activismo por la emancipación de la mujer fue admirable, pero trágicamente fue asesinada a los 19 años.

Por último, Miriam Menkin (1901-1992) realizó la primera fertilización de un óvulo in vitro en 1944, lo que marcó el comienzo de una nueva era reproductiva. Jean Purdy (1946-1985), enfermera y embrióloga británica, fue pionera en el tratamiento de la fertilidad, pero tristemente su contribución nunca fue reconocida públicamente.

Estas mujeres pioneras lucharon por la igualdad de género y la liberación sexual en una época en que las mujeres eran vistas como inferiores

La mujer que dijo dónde está el clítoris

El libro el informe Hite de Shere Hite ha sido una obra revolucionaria en la lucha por la igualdad sexual de las mujeres. Su estudio, que recopiló las experiencias sexuales de 3,500 mujeres, desmintió uno de los grandes mitos de la sexualidad: que la mayoría de las mujeres solo podían alcanzar el orgasmo a través del coito. La insistencia de Hite en que se escuchara a las mujeres fue innovadora, rompió tabúes y escandalizó al mundo heteronormativo.

Helen O’Connell, especializada en urología, ha sido una pionera en el estudio de la anatomía completa del clítoris, incluyendo su vascularización e inervación. Sus investigaciones han revelado la forma y el tamaño de cada uno de los componentes del clítoris, el único órgano humano diseñado para el placer.

Estas mujeres han desafiado las normas establecidas, promoviendo una sexualidad más igualitaria y libre. Con sus discursos, han conseguido que la diferencia sexual entre hombres y mujeres no fuera ignorada y se negaron a aceptar la idea de que las mujeres solo debían complacer a los hombres y no experimentar placer. Su lucha ha permitido que la sexualidad femenina ya no esté encerrada en la vergüenza y el desconocimiento, y se haya convertido en un tema de discusión más amplio y aceptado.

El autoestima es un tema importante en la vida de cualquier persona, pero en el caso de las mujeres, puede ser especialmente difícil. A menudo, las mujeres enfrentan presiones sociales y culturales para cumplir con ciertos estándares de belleza y comportamiento, lo que puede afectar negativamente su autoimagen y autoestima.

Es importante recordar que todas las mujeres son hermosas y valiosas por quienes son, independientemente de su apariencia física, logros o estereotipos de género. Aquí hay algunos consejos para elevar tu autoestima y sentirte más segura y feliz contigo misma:

1. Practica la autocompasión: Trátate con la misma amabilidad y comprensión que tratarías a un amigo cercano. Aprende a reconocer tus propias necesidades y emociones, y no te juzgues demasiado duro por tus errores o debilidades.
2. Celebra tus fortalezas: Todos tenemos habilidades y talentos únicos que nos hacen especiales. Tómate el tiempo para reconocer tus fortalezas y celebrar tus logros, sin importar cuán pequeños puedan parecer.
3. Haz cosas que te hagan feliz: Encuentra actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo misma, ya sea hacer ejercicio, leer un libro o pasar tiempo con amigos y familiares. Elige cosas que te hagan sentir bien por ti misma, no por la aprobación de los demás.
4. Rodéate de personas positivas: Las personas que te rodean pueden tener un gran impacto en tu autoestima. Busca amigos y familiares que te apoyen y te alienten, y evita a aquellos que te critican o te hacen sentir mal contigo misma.
5. Practica la gratitud: En lugar de concentrarte en lo que te falta o lo que no has logrado, agradece por lo que tienes y lo que has logrado hasta ahora. Practica la gratitud diariamente, escribiendo en un diario o simplemente tomando un momento para agradecer por las pequeñas cosas de la vida.

Recuerda que tu autoestima es importante y que mereces sentirte bien contigo misma. Practica estos consejos y otros que te ayuden a sentirte más segura y feliz contigo misma. No te rindas, ¡tú eres valiosa y única en tu propia forma! .